Publicado en: mar, Ago 12th, 2014

Reforma energética en México finaliza 76 años del monopolio petrolero de Pemex

PEMEX

«Ni en mis más salvajes sueños esperé ver los cambios constitucionales alcanzados». Esta es la frase que mejor define lo que acaba de ocurrir en México. La dijo el ex presidente Ernesto Zedillo, y se refería, en especial, a la reforma energética que acaba de convertirse en ley y que este lunes firmó el presidente, Enrique Peña Nieto, poniendo fin a 76 años de monopolio petrolero de Pemex.

Ni Zedillo, ni su antecesor, Carlos Salinas de Gortari -quien firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte- que formaron parte de una época en la que los presidentes eran prácticamente todopoderosos, se metieron con Pemex.

Y para tan enorme cambio sólo se necesitó reformar dos artículos de la Constitución -en especial el 27- para que además de Pemex, se permita la participación de particulares -la empresa privada- en sectores de la producción petrolera nacional.

Todo está consumando. Así tituló un artículo sobre la reforma energética la periodista Carmen Aristegui. La izquierda ha prometido seguir luchando contra ella y busca llamar a una consulta popular para echarla atrás.

Por ahora, con la firma presidencial, la reforma energética que termina con 76 años de monopolio estatal petrolero se hace realidad. Para modernizar al sector y atraer vital inversión extranjera, dicen los defensores. Para entregar el petróleo -y con ello parte de la soberanía de México– al capital privado, afirman los detractores.

La Historia, como suele suceder en estos casos, tendrá la última palabra.


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