Huelgas, movimientos sociales que hasta ahora no han despertado la conciencia social de los trabajadores
En los últimos años he pensado que más que denunciar el sistema capitalista, lo importante es pensar (reflexionar con enorme responsabilidad) acerca de cómo ayudar a los trabajadores a elevar su conciencia social de lucha y de organización para acabar desde la raíz con este sistema de explotación y opresión.
Me parece ya muy trivial y más que repetitivo hablar de la enorme corrupción institucional, del saqueo de nuestras riquezas por un puñado de familias, así como de la oligarquía político-económica que domina el país. ¿Cómo acabar con él y dejar de lamentarse?
La alternativa de las guerrillas en México hasta ahora no ha funcionado, pero no es descartable. No puede ser hecha a un lado cuando observamos cientos de miles de asesinados, el crecimiento acelerado de la miseria y la concentración de la riqueza en una cuantos manos.
Las guerrillas encabezadas por Arturo Gámiz, Jenaro Vázquez, Lucio Cabañas, los Hnos. Bracho, los de la Liga 23 de Septiembre, el EPR y los zapatistas, fueron perseguidas y asesinadas. La huelgas generales nunca han funcionado porque nunca se ha trabajado sobre ellas; las grandes organizaciones obreras y campesinas han sido siempre controladas por el Estado.
La única alternativa a los procesos electorales que la burguesía nos ha metido hasta los tuétanos, son los movimientos sociales en las calles de las ciudades, en el campo y en las fábricas. Casi nunca han ganado batallas de manera contundente, pero si han presionado para lograr algunas veces sus limitadas demandas; aunque la mayoría de ocasiones se han estrellado contra la pared.
Tampoco los partidos políticos socialdemócratas han llevado nunca a una batalla contra el capitalismo; la realidad esos partidos políticos sólo han buscado tapar “las fallas” del capitalismo, engrasarlo, para que opere mejor explotando, oprimiendo y haciendo más miserable a la población.
Necesitamos analizar y discutir más.
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