Publicado en: mar, Sep 9th, 2014

El salario mínimo y la hipocresía burocrática

salario-minimoVíctor Sánchez Baños comenta que el presupuesto de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, que preside Basilio González desde 1991, es de 42 millones de pesos anuales, pero destina más de 28 millones de pesos para pagar la elaboración de estudios económicos para determinar el incremento en el salario mínimo.

Claro, que esto lo hacen a pesar que cada año el incremento al salario mínimo se basa en el porcentaje del aumento de la inflación estimada. En los dos sexenios pasados el ajuste para los salarios obreros ha sido de 2 pesos en promedio.

Pero, lo peor de la hipocresía burocrática, se enmarca en los altos sueldos de los miembros de esa Conasami. Para 2014 su presidente Basilio González tiene un sueldo de 2 millones 81 mil 600 pesos anuales, más 39 mil 600 de un bono de protección al salario, 75 mil 800 pesos de pago de seguros, 275 mil 211 pesos por concepto de fondos y seguros de ahorro para el retiro, y 270 mil pesos por condiciones de trabajo, contratos colectivos y otras remuneraciones, que dan un total 2 millones 798 mil 600 pesos.

En su columna “Poder y Dinero, publicada por Al Momento Noticias, Sánchez Baños señala que lo peor del caso es que su sueldo no se incrementa en el mismo porcentaje de los salarios mínimos, sino que desde 1991, la tasa es la que maneja la alta burocracia mexicana que se sirve con la cuchara grande.

Por ello, dice Sánchez Baños, nos lleva a la reflexión que hace el jefe del Gobierno del DF, Miguel Angel Mancera, y los panistas encabezados por Gustavo Madero: el salario mínimo no sirve para nada.

Poner una cifra alegre al salario mínimo, remata Sánchez Baños, es ser un aventurero político. Lo importante es fijar un salario en base a necesidades y que, al mismo tiempo, impulse sin miedos a la inflación, al mercado interno. Si, se puede.


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