Sufren hacinamiento mujeres reclusas
La dignidad y seguridad de las mujeres reclusas en cárceles mexicanas, se ve trastocada por las condiciones de hacinamiento y a un sistema carcelario diseñado sólo para la población masculina.
Padecen revisiones donde deben desnudarse, vivir entre hombres o dormir en el piso. Las necesidades de los hombres son las que marcan el diseño, funcionamiento, infraestructura y organización de las cárceles, lo que refleja una evidente discriminación de género hacia las mujeres reclusas.
Sólo el 4.8% de los 230 mil reos en México, corresponde a mujeres, apenas 11 mil 901 reclusas según los datos de la CNDH y el gobierno.
Destaca el bajo 35.19% de mujeres reclusas que se encuentran purgando condena en centros exclusivos para mujeres, pero el resto está en cárceles mixtas.
La CNDH tiene documentados diferentes casos de violación de derechos e mujeres, resaltando el de la cárcel de Santiago Ixcuintla en Nayarit, donde mantienen reclusa a una mujer en una oficina.
La sobrepoblación de mujeres reclusas también es un problema. En Guadalajara, la cárcel de mujeres tiene un 97% de sobrepoblación, representando un total de 505 internas.
La CNDH informó que entre las mujeres reclusas, las indígenas son las más afectadas por la discriminación, donde el idioma se suma a los problemas de violaciones de derechos que imperan en ese sector de la población.
México tiene únicamente 10 cárceles exclusivas para mujeres, de un total de 418 disponibles en el país.
La CNDH advirtió que es necesaria una adecuada separación entre géneros en las cárceles mixtas.
Ser madre es otro problema entre las mujeres reclusas, pues existen 377 menores viviendo con sus madres prisioneras y un total de 48 mujeres embarazadas.
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