Publicado en: vie, Ago 1st, 2014

Miguel Ángel Mancera y su propuesta de salario mínimo

ManceraToma forma la propuesta que el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, presentará a la consideración de la Conferencia Nacional de Gobernadores, la Asamblea Legislativa y la Cámara de Diputados, es decir, la relativa al urgente cuan sustancial aumento al salario mínimo, algo que para los genios del GDF no sólo es necesario sino perfectamente factible.

De entrada, estiman, el incremento sería de los 67 pesos actuales, en números cerrados, a 87 pesos por jornada laboral de ocho horas (un aumento de 30 por ciento), y de allí elevarlo paulatinamente a un piso no menor de 171 pesos (aunque no le pusieron fecha en el calendario), pues así se podría alcanzar un salario mínimo adecuado y coincidente con el ingreso planteado por el Coneval para la adquisición de la canasta alimentaria básica. Punto fundamental en todo esto debe ser la desvinculación del mini ingreso al cobro de multas y conexos.

Esa es la ecuación fundamental que plantea el equipo de Mancera para convencer en el tema referido, aunque él mismo advierte que se tienen que establecer los plazos, porque el salario mínimo no se puede subir por decreto ni de un día para otro, por mucho que en los hechos el gobierno federal, los patrones y los autodenominados líderes obreros (vía el tripartito Consejo de Representantes de la Conasami) lo hagan permanentemente (cada diciembre y desde hace ya muchos años), aunque en proporciones verdaderamente raquíticas y totalmente contrarias no sólo al interés de los trabajadores, sino a la norma constitucional.

Bien. Sin lugar a dudas es mejor contar con un salario mínimo diario de 87 pesos que otro de 67, y de 171 de aquí a una década, siempre y cuando no se altere el segundo componente de la ecuación. El problema es que los 171 pesos que como promedio estima el Coneval para la adquisición de la canasta alimentaria básica son de hoy, no de 2024 o 2025.

Entonces, sí, el aumento podría ayudar, pero el problema va mucho más allá del contenido nominal del salario.

(Estracto de la columna México SA, de Carlos Fernández Vega)

 


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