Información política en los medios responde a intereses de sus poseedores, afirma Guillermo Fabela
Guillermo Fabela Quiñones afirma que el arte de hacer política en los medios obedece a fines políticos, conforme a tácticas y estrategias de quienes son poseedores de dicha información. Por eso es comprensible que los videos que mandó grabar Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, que fueron encontrados en una casa de seguridad del capo desde marzo, se estén dando a conocer en los medios uno por uno a intervalos bien premeditados. A ese mismo principio obedece la difusión del video que muestra el reventón de legisladores panistas allegados a Gustavo Madero, que se realizó entre los días 23 y 27 de enero en Puerto Vallarta.
En su artículo publicado por la revista Enlace México, Fabela Quiñones indica que tal realidad confirma el peso que tienen los medios de comunicación en los acontecimientos que influyen en el devenir de la sociedad. Aspecto por demás peligroso si éstos son operados por intereses ligados al grupo en el poder, como es el caso de México. Los jugadores de la política usan los medios electrónicos, principalmente, para afianzar posiciones y debilitar a quienes considera que son un estorbo a sus fines. Así lo confirma el manejo de los videos mencionados, sobre hechos ocurridos hace varios meses que en ese momento fueron ocultados a la opinión pública.
Con respecto al problema michoacano, dice Fabela Quiñones, es indudable el interés gubernamental en aniquilar el peso que tuvo en esa entidad federativa la familia Cárdenas, y bajo su influencia, el PRD durante más de dos décadas. El PRI no se anda por las ramas, recuperó el poder presidencial para apuntalar su hegemonía todo el tiempo que sea posible. Michoacán por sí solo es un bastión fundamental para cualquier grupo político y económico fuerte, de ahí el imperativo de liquidar hasta la sombra del cardenismo y construir una nueva fuerza fácilmente manejada desde Los Pinos. Esto explica por qué “La Tuta” sigue libre y quien está en prisión sea quien no se plegó a las directrices de la Presidencia: el médico José Manuel Mireles.
Sobre los videos que dan cuenta de la orgía blanquiazul, no se necesita mucha sapiencia para darse cuenta que las grabaciones fueron mandadas hacer por Felipe Calderón o sus principales asesores, para vengarse del golpe que le dio Madero al no permitir que Ernesto Cordero ganara la dirigencia nacional del partido. Calderón quiere seguir influyendo en la toma de decisiones partidistas, en una etapa crucial en la que el PRI necesita del PAN para tener mayoría en el Congreso.
Es de llamar la atención que Calderón diga que siente “pena y tristeza” por las cosas que están sucediendo en el PAN, como si en el pasado no hubiera habido expresiones evidentes de la doble moral panista; como si durante su sexenio no hubiera habido excesos de todos tipos, todos censurables, como los más de cien mil homicidios contabilizados, y como si la enorme cauda de corrupción que viene arrastrando el país no se hubiera agigantado en la administración que él encabezó.
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